Copa América: sinónimo de atraso para los fanáticos.

ARTÍCULO. Con el inicio de la próxima Copa América, cerca de 6 mil 775 mil millones de personas a nivel mundial,  especialmente los fanáticos, estarán en los estadios y/o en las pantallas de sus televisores percibiendo los partidos de sus equipos favoritos. Personalmente no me considero muy amante del futbol y a mi parecer creo que no es muy bueno el tomarse muy a pecho este tipo de juegos, distraen a las personas de sus responsabilidades cotidianas.

“Cuando todo va bien algo anda mal”. Cuando un apasionado del deporte observa un partido se entrega por completo y lo disfruta. Y como no disfrutarlo si un partido es sencillo, emotivo, entretenido, ameno, pícaro; sin embargo, estamos tomando el futbol como una excusa para relacionarlo con el instinto de nuestros comportamientos y reacciones en el transcurso del juego.

Durante los 90 minutos de un partido de futbol, tanto el fanático como el que percibe el partido, se deja encadenar por diversas emociones, en muchos de los casos, autodañinas como el malhumor, rabia, celo. Decía Jorge Chávez Peralta en su libro -El ojo en la Tormenta-  “Los fanáticos son capaces de pasar de la euforia al llanto, de la risa a la agresión;  o, súbitamente enardecidos, cometer cualquier barbaridad”. Tanto así es el fanatismo, que en 1950 los resultados de un partido provocó una serie de suicidios en Brasil.

Hay una vieja frase que dice: “No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista”; sin embargo, el “fanatismo” ha perdurado por siglos. Ello, además de demostrarse en el futbol, también ha sido reflejado en distintos tipos de eventos como en política, las guerras e inclusive en la religión misma. Todo ello es natural, es parte del hombre; la causa la explicó Gurdjieff: radica en que el hombre no puede vivir sin la “identificación”. Dicho de otro modo, el hombre es sociable por naturaleza y siente la necesidad de integrar un club, un partido deportivo, un partido político, una raza, un país.

Por otro lado, es importante ser consientes de cuanto dinero se mueve con el desarrollo de este tipo de juegos. Resulta algo absurdo pero es cierto, no solo es un fenómeno social; también, es un fenómeno económico, mercantil, donde los grandes bloques económicos mueven millones de dólares. Solo para tener una idea, tras una inversión de US$1,020 millones, un Mundial de Fútbol genera a la FIFA unos US$3,200 millones de ingresos entre televisión, marketing y asistencias a los estadios. Sudáfrica invirtió US$4,300 millones para la organización, y calcula que el movimiento global derivado del torneo superará los US$11,800 millones. Es, pues, un fenómeno tan económico como social. Y claro, deportivo.

Por lo tanto, sabiendo que la Copa América está a la vuelta de la esquina, dependerá de ti, únicamente, el aferrarte con demasía a la pantalla de tu televisor y descuidar tus responsabilidades cotidianas. “Acostúmbrate a vivir tu vida, no permitas que un partido de futbol te viva”.

Por: Chardin Mijahuanca Pinzón 

Director  General

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